La Cisterna Basílica es una de las atracciones turísticas más asombrosas de Estambul, Turquía. Construida en el siglo VI durante el Imperio Bizantino, esta enorme cisterna subterránea fue utilizada para almacenar agua para el Gran Palacio y otros edificios importantes de la ciudad. Su atmósfera mágica se ve reforzada por la iluminación suave y los efectos acústicos, lo que la convierte en una experiencia única para los visitantes.